jueves, 17 de diciembre de 2015

APRENDIENDO MÚSICA COMO KÁRATE KID

Ahora que volvemos a sufrir un ataque masivo de Star Wars me viene a la memoria una película guardada dentro del imaginario colectivo de los años 80 que es Karate Kid. En ella, un niño quiere ser campeón de kárate y acude a un maestro de artes a que le enseñe a pelear. Paradógicamente, el maestro le encarga una serie de tareas domésticas que en apariencia no tienen nada que ver con el aprendizaje del kárate. Cuando el niño y el público está convencido de que el maestro es un caradura, el maestro nos demuestra que con todas esas tareas su pupilo había logrado interiorizar los movimientos básicos de defensa y que, por tanto todo tenía un sentido.


La moraleja es que no siempre el mejor camino entre dos puntos es la línea recta. Que muchas veces es necesario iniciar un recorrido en forma de parábola, que inicialmente parece que nos aleja del objetivo, pero que poco a poco va virando hasta alcanzar sin darnos cuenta el objetivo. ¿Y por qué es bueno este camino? ¿es una estupidez dar ese rodeo, cuando el camino más corto es la línea recta? No si el camino en línea recta es más abrupto, más aburrido, más peligroso o menos grato para quien lo recorre, con lo que se llega antes dando este rodeo.

Esto puede tener dos lecturas, una en la educación en general y otra en la educación musical.

EDUCACIÓN GENERAL: La Vieja Educación (que es la que impera en casi todos los sistemas de países que no están a la vanguardia) se basa en el integrismo de la línea recta. Si un alumno tiene que aprender conceptos de ciencias naturales, lo mejor es ponerles estos mismos conceptos cada dos cursos para que al final los tenga bien afianzados. Esto hace que mucho alumnado se aburra solemnemente la tercera vez que le dan clase sobre los volcanes, repitiendo lo ya aprendido y dándole un poquito más de nivel porque está en un curso superior. También sufren el integrismo de la línea recta los planes de estudios acomplejados que persiguen mejorar el rendimiento en comprensión lectora con más horas de lenguaje o de competencia matemática con más horas de dicha asignatura; porque hay muchas posibilidades de que el profesorado utilice esas horas para ahondar en aspectos gramáticos, morfosintácticos o de cálculo mental que se alejan de lo necesario para adquirir las competencias.

¿Qué hacen los países y los sistemas de la Nueva Educación? Buscan especialidades y destrezas humanas que desarrollan aspectos cognitivos que están indirectamente relacionados con las capacidades de comprensión lectora o matemática; esa es la razón de que veamos siempre videos de niños y niñas finlandeses en clase haciendo carpintería, tocando instrumentos musicales o jugando en clase mientras nuestro sufrido alumnado está profundizando en las subjuntivas y en las multiplicaciones "con llevadas”. Y todo este sufrimiento para que después no logremos acercarnos a sus posiciones en los Ranking educativos. Nuestro Ministro no entenderá por qué mientras él reprime las asignaturas "que distraen" los finlandeses las potencian.

La música es un lenguaje abstracto, tiene una codificación diferente a la escritura y es igual de abstracto que son los números. El desarrollo del oído viene bien para distinguir melodías o para apreciar entonaciones de otros idiomas. La capacidad de escuchar viene bien para imitar melodías o para comprender lo que nos dicen. Los intervalos, las tonalidades, etc..desarrollaran partes del cerebro similares a las que se necesitan para ser bueno en lo que sí mide el PISA. Por eso, cuando los finlandeses llegan a las clases de matemáticas, o cuando aprenden a leer, a pesar de que sean menos horas y lo empiecen más tarde, les va mucho mejor. Porque no han ido por el camino más corto, sino por el más eficaz.

EN LA MÚSICA sucede algo similar. La Vieja escuela implanta un rectilíneo camino de estudios y obras del repertorio clásico considerando que es el mejor, cuando no el único modo para que el alumnado pueda ser lo que ellos piensan que es un buen músico, es decir, que termine tocando bien una parte sustancial del repertorio clásico para su instrumento. Sin embargo, ese camino deja en la cuneta competencias que a la larga marcan la diferencia del buen músico: desarrollo del oído armónico, capacidad creativa, capacidad de lectura a primera vista, etc... Pero el mayor problema es que, este camino, no sólo es estrecho en cuanto a competencias, sino que también es demasiado empinado, lo cual hace que muchos no puedan con él, mientras que si tomaran el camino más alternativo, mucho más llano y ameno quizá llegarían al punto final menos cansados y más felices.
La paradoja es que el profesorado de música lo vemos muy claro cuando se trata de poner en valor el aprendizaje musical en la enseñanza general, pero tratamos una serie de competencias y asignaturas de nuestro currículo como si fuéramos un ministro de educación.

A mi modo de ver, esas destrezas o asignaturas que despreciamos son:
1. El canto, en todas sus variedades: independientemente de la calidad de la voz de cada músico, lo lógico es que uno de los instrumentos principales de cada músico sea su propia voz.
2. La capacidad de improvisar; unida a la capacidad de tener un oído armónico, que más que la destreza a la hora de identificar las notas y las tonalidades sea la de interactuar con ellas.
3. La creatividad: que les permitirá que, una vez logren dominar su instrumento y puedan expresar con ello todo lo que tienen dentro, haya algo dentro para potenciar la música como lenguaje.
4. La capacidad de leer a primera vista
5. La capacidad de imitar: pudiendo tocar de oído, captando y asumiendo todo lo que hay en una ejecución musical que la partitura no puede reflejar.
6. La capacidad de adaptarse a las peculiaridades de los diferentes estilos musicales.
7. El desarrollo de la memoria musical.

Todas ellas son actividades paralelas que surgen del punto de partida en direcciones que no coinciden con la sempiterna linea recta, pero que, si se saben programar adecuadamente, van llevando al alumnado a las competencias que se consideran necesarias para ser un músico global; si además logramos hacer este camino divertido y estimulante, el éxito estará garantizado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario